domingo, 18 de julio de 2010

RESPUESTA INMUNOLÓGICA.

   La respuesta inmunológica son procesos adaptativos extraordinariamente versátiles que dan lugar a que los animales produzcan proteínas específicas como respuesta al estimulo que representan las innumerables moléculas orgánicas y macromoléculas. Esta capacidad, en términos de evolución, es de adquisición reciente ya que este tipo de respuesta aparece tan solo en los vertebrados en los que resulte indispensable para a supervivencia: estos mecanismos constituyen el principal medio de defensa contra los microorganismos y a los virus patógenos como a las células propias que presenten una degeneración maligna.

 Cuando un antígeno penetra el cuerpo entra en contacto con una célula vigía: EL LINFOSITO T o primera línea de defensa. Los linfocitos t son células ”patrulla”. Circulan a través del cuerpo y en condiciones normales están dotados de una capacidad inequívoca para distinguir entre partes propias y otras que sean ajenas o malignas tarea consiste en descubrir agentes extraños al organismo – antígenos- y actuar al respecto.

 Cuando el L-T es estimulado por la presencia de un agente extraño libera al medio unas sustancias denominadas interleuquinas (IL) que atraen o movilizan al resto de las células del sistema defensivo.

 Cuando un LINFICITO B, segunde línea de defensa llega a tener contacto físico con el antígeno suceden cosas notables. La célula linfocítica se activa y se transforma en una célula mayor denominada entonces Célula Plasmática, esta célula plasmática se clona, es decir se multiplica e inician la producción de anticuerpos. Los anticuerpos producidos de este modo tienen superficies que se adaptan exactamente a la de los antigenos de manera que se les unen y los marcan.

 Conforme los anticuerpos inmovilizan y marcan a los antígenos, aparecen las celulas devoradoras o macrófagos que llevan a cabo una especie de limpieza que termina la operación, las células asesinas (NK) reconocen a los antígenos marcados o etiquetados y por endocitosis son fagocitados y destruidos en las vesículas lisosomales dentro de la célula.


Tipos de anticuerpos

  Los anticuerpos son proteínas que sintetizan los vertebrados al ser estimulados por un antígeno y que tienen la capacidad de reaccionar específicamente con el inductor. Esto permite excluir de la definición a otras sustancias que se encuentran en los humores del organismo que reaccionan de manera más o menos especifica con ciertos agentes, pero que no son anticuerpos, corresponde a algunos inhibidores de enzimas proteoliticas presentes en el organismo, que si bien tienen acción específica sobre ellas, sus concentraciones no aumentan ni sufren modificaciones por la inoculación de dichas enzimas. Su síntesis está genéticamente asegurada desde el nacimiento, a diferencia de los anticuerpos cuya producción comienza cuando penetran los antígenos al cuerpo.

  La mayor parte de los anticuerpos se hayan en el plasma circulante como constituyentes proteicos. El plasma sanguíneo puede separarse mediante electroforesis en fracciones de albúmina y Alfa, Beta, y Gamma Globulinas. Esta última fracción corresponde a los anticuerpos o Inmunoglobulinas.


Inmunoglobulina A (Ig A): durante mucho tiempo ha sido inexplorada y la mayor parte de la información que se tiene proviene de estudio de mielomas que contienen Ig A. Se ha demostrado su actividad como anticuerpo y al igual que la Ig M no atraviesa la placenta.

Inmunoglobulina D (Ig D): Ha sido hallada recientemente en el hombre, inicialmente en un caso de mieloma. Constituye el 1% de las inmunoglobulinas totales y su concentración en el suero es de 0,03 mg/ml. Este anticuerpo ha sido encontrado en el hombre.

Inmunoglobulina G (IgG): Frente a un antígeno se comporta como anticuerpo bivalente es decir puede unirse a dos invasores y formar un complejo, su peso molecular calculados por deferentes métodos es de 140 000 y 166 000 dalton y puede atravesar la placenta.

Inmunoglobulina E (Ig E): este anticuerpo ha sido encontrado en todos los mamíferos y es característico de las alergias. Su aparición en el plasma sanguíneo depende de la concentración del antígeno de la frecuencia de a exposición del organismo al mismo. No atraviesa la placenta.

Inmunoglobulina M (IgM): tiene un peso molecular de 970 000 dalton, siendo la inmunoglobulina más pesada. Su concentración en plasma es escasa pero en os tiempos recientes se he dado a conocer como consecuencia del descubrimiento del factor reumatoide, en enfermedades como la artritis reumatoide se encuentra en el plasma sanguíneo en grandes concentraciones, facilitando su diagnóstico prematuro.

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